Los aficionados a la ornitología solemos tener la sana costumbre de anotar las especies que nos vamos encontrando en nuestras salidas al campo. Cada uno tiene su metodología. Yo, en mi caso, tengo una hoja excel donde voy anotando mis avistamientos, separando los que realizo en Alcorcón y los que realizo en mis salidas fuera del municipio, desde que empecé con esta bonita afición hace 16 años.
Esta semana, he llegado a mi avistamiento número 100 en Alcorcón. 100 especies de aves que podemos observar de una manera u otra sin salir de nuestra ciudad, rodeada de carreteras y otras ciudades de gran tamaño. Apuesto a que si preguntase a cualquier persona de Alcorcón cuántas aves identifica en Alcorcón, sería muy afortunado si pudiera llegar a las 10 especies, las más comunes de nuestros parques. Es decir, que tendríamos otras 90 especies totalmente invisibles para el ciudadano mundano.
Afortunadamente, aún quedan espacios abiertos a las afueras y parques urbanos donde encontrar estos hermosos seres vivos alados. Sólo falta mirar al cielo, afinar el oído y observar cada movimiento que se produce entre las ramas. Seguro que te llevarías más de una sorpresa.
Durante estos 16 años, muchos han sido los encuentros sorprendentes. A continuación, haré un repaso a algunos de estos avistamientos.
De entre las aves más majestuosas, destacaría el águila imperial y el buitre negro, 2 de los "big five" de nuestra fauna (Junto al lobo, el oso y el lince) que campean frecuentemente en nuestros campos.
Otras rapaces que pude ver en todo este tiempo fueron milano negro, milano real, cernícalo vulgar, halcón peregrino, busardo ratonero, águila calzada, elanio azul, aguilucho lagunero, aguilucho cenizo o buitre leonado. La lista no está nada mal.
De entre las nocturnas, destaca el mochuelo común y el autillo, pero también búho real, lechuza y cárabo.
Algunas apenas las he visto una o dos veces, como el elanio azul, escribano hortelano, avetorillo común, corneja, picogordo, críalo, tarro canelo o el sisón común.
De las especies vistas sólo en los pasos migratorios, destacaría la grulla común o el papamoscas cerrojillo.
Pude ver garzas, como la garza común, martinete común, garcilla bueyera, avetorillo común o la garceta común.
El anotar los avistamientos me permite apreciar las fluctuaciones de ciertas especies. Algunas especies hace años que no las veo, como el cistícola buitrón o el alcaudón común.
He podido ver limícolas como el chorlitejo chico, cigüeñuela común o en andarríos chico.
En las lagunas artificiales, ganso del Nilo, ánade azulón, zampullín común, gallineta común, cormorán grande o focha común.
Algunas son de las más bonitas que podemos ver en nuestro país, con la abubilla, oropéndola o el abejaruco.
Tenemos exóticas, como la cotorra argentina o la cotorra de Krámer.
Aparte de los pajarillos más fáciles de ver que pueblan nuestros campos y jardines (Gorrión común, estornino negro, petirrojo, jilguero, verdecillo, carbonero común o carbonero garrapinos) existen otros más difíciles de detectar, como verderón común, herrerillo común, curruca capirotada, mito o mosquitero común.
Podemos ver pájaros carpinteros, como el pico picapinos y el pito ibérico.
Cada verano nos visitan los vencejos comunes, vencejos pálidos, aviones comunes y golondrinas comunes.
De la familia de las palomas, paloma bravía, paloma torcaz, paloma zurita y la tórtola turca
Y como no, las que fácilmente identificamos todos, urraca, mirlo común o gorrión común.
Aparte de aves, también he podido ver mamíferos como el zorro, conejo, liebre o el erizo, anfibios como el sapo corredor o la rana común y reptiles como el lagarto ocelado o la culebra bastarda.