
Comienzo mi recorrido en la entrada al parque que hay desde el barrio de la Fortuna. Hasta aquí, he llegado en coche, por la M-40, tomando la primera salida en dirección al Barrio de la Fortuna y luego girando siempre a la derecha hasta llegar al parque.
Lo primero que uno encuentra es el pinar a la derecha y unas praderas junto con unos caminos que bajan al arroyo. Cojo un camino por la izquierda que baja hasta el arroyo paralelo a la valla.
Lo primero que se puede observar en las praderas son diferentes especies de aves.
Verderones y
verdecillos en las ramas de los árboles. En el suelo, plácidamente buscan alimentos un grupo de
estorninos negros junto con un grupo de
cotorras argentinas. También se ve algún ejemplar aislado de
pinzón vulgar. Por supuesto, las omnipresentes
palomas torcaces y
urracas.
Prosigo la bajada y observo un pequeño bando de
jilgueros. Hermoso pájaro éste. Varios
mirlos se cruzan en mi camino alzando la voz de alarma. En una barandilla de madera, una hembra de
tarabilla común aguarda a que me acerque para salir volando.

Llego hasta el cauce del arroyo y lo cruzo por un puente. Hay varios a lo largo del mismo, por lo que se puede cruzar en cualquiera de ellos. Tomo el camino hacia la derecha, dirección Alcorcón. Hay muchas zarzas que deben albergar una buena colonia de
conejos, a tenor de los restos que dejan estos en forma de excrementos y agujeros excavados en el suelo. Hace años se veían bastantes, pero parece que, por los restos que se observan, su número ha aumentado. Quizás la mayor afluencia de público a expulsado a sus depredadores y, ya se sabe, que los
conejos son muy prolíficos a la hora de dar descendencia. Varios
pitos reales huyen despavoridos ante mi presencia. Una
lavandera blanca corretea sobre los hilos de agua que hay en el cauce del arroyo. En varias ocasiones veo grupos de
cotorra sobrevolando la zona. Ando mirando la arboleda en busca de
mochuelos. Anidan en la oquedades hechas por los pájaros carpinteros en los árboles. Hace unos años era casi imposible no verlos. Desde hace algún tiempo, cada vez que voy me vengo sin haberlos visto. Me pregunto si tiene que ver con la mayor afluencia de público al parque. Pregunta sin respuesta, de momento.
Termina la valla y salgo a campo abierto. A mi izquierda, veo
palomas torcaces en los campos de cultivos picoteando en el suelo. A la derecha, observo las obras de creación de un gran estanque. Tiene buena pinta, así que seguro que pronto observaremos otro tipo de aves viniendo a esta zona. Eso si no lo impedimos con nuestras actitudes incívicas, de sobra conocidas. Un par de
gaviotas sombrías parecen estar haciendo el reconocimiento del nuevo humedal. Varios
mirlos se esconden entre las retamas. Resulta curioso que este pájaro en la ciudad parece bastante confiado y, fuera de ella, sea todo lo contrario. Mejor le irá. Escucho los "maullidos" de 2
mochuelos en plena demarcación territorial. Bueno, no los he visto pero al menos sé que siguen por aquí.

Prosigo mi camino bordeando las obras y llego hasta el alcornocal, una de las joyas naturales más importantes, si no la más, de nuestro municipio. Se vuelven a escuchar los
verdecillos. Observo con pavor los puntos de luz que el ayuntamiento ha instalado en esta zona del parque para poner farolas: Quieren convertir este bonito parque natural en otro parque urbano más. Eso significaría más gente, más basura, más ruido, más botellón, más molestias para la fauna... Siento ser radical en esto, pero esas farolas van a crear molestias a la fauna del lugar que lleva viviendo décadas en un LUGAR NATURAL. Además ya se sabe lo que pasa cuando se facilita en exceso el acceso a las personas: Lo acabamos destrozando todo. Qué mania con intentar artificializar las cosas naturales.
Después de este cabreo, un poco más adelante un numeroso grupo de aves donde veo
cotorras argentinas,
gorriones y
estorninos negros vuelan de un lado para otro. No había visto nunca tantos
estorninos negros juntos en Alcorcón. Sin duda, dice bastante de la salud de este parque. En esta zona, no sería raro encontrar
lagartos ocelados,
culebras bastardas,
liebres,
ratones.. Y no me extrañaría que hubiese otras especies de mamíferos como
comadrejas,
erizos..
Llego hasta la M-40 y me adentro en el pinar. Es un pinar fruto de la repoblación del hombre con ejemplares de un cierto porte. Aquí las aves se ocultan muy bien por lo que es complicado verlas e identificarlas. Varias palomas torcaces salen huyendo a mi paso, con el consiguiente susto. Veo un grupo pequeño de pajarillos. Me acerco hasta allí y resultan ser
mitos. Uno de ellos, un juvenil, se acerca extraordinariamente a mí. Qué confiado. Prosigo mi camino a través del pinar. Tambien veo muchas
urracas. Unos pasos más adelante escucho un enimágtico y agudo reclamo. Voilà, un nuevo avistamiento en Alcorcón:
Reyezuelos sencillos. Intento sacarle unas fotos, pero la falta de luz dentro del pinar y lo inquieto que es este pájaro hacen que no salga ni una foto con una mínima calidad. Al menos me sirven para identificarlo. Intento en vano localizar algún
búho chico (Se dice que pueden vivir aquí, aunque yo no he visto ninguno todavía) o
cárabo o restos de estos, pero no hay suerte. Al
cárabo solía verlo en el parque de los Castillos y calles aledañas buscando comida en las noches estivales. Y alguna vez lo he visto surcando los cielos de Alcorcón por la noche.

Prosigo mi camino. Me topo con algún
trepador azul y algún
agateador común. Ya casi saliendo del pinar, vuelvo a escuchar a los
pitos reales y a verles volar de un lado para otro. Son muy abundantes aquí. Y más
cotorras argentinas. Se ve que han colonizado perfectamente este lugar y se sienten como en casa.
Aquí termina mi caminata por el parque de las Presillas. He estado en 3 tipos diferentes de hábitats: Un primer hábitat típico de los sotos fluviales, el que tiene mayor abundancia y variedad de aves, un segundo de campo abierto y un tercero de pinar, que seguro que alberga más sorpresas. A estos se unirá el futuro humedal que está en construcción.
Es agradable ver la cantidad y variedad de aves. Espero que la mano del hombre no destruya lo que la Naturaleza ha tardado años en crear.