
Los grandes defensores del Distrito Norte consideran esta zona un terreno baldío, sin vida. Eso les da via libre para urbanizar indiscriminadamente y mantener sus conciencias tranquilas. La única razón para considerar esta zona así no es más que la ignorancia. Seguramente no hayan puesto un pie en esta zona en su vida.
Basta acercarse cualquier día a dar una vuelta para darse cuenta que esto no es así. Sobre todo en esta época, en que las diferentes especies animales se hayan más activas y expuestas a la vista.
En esta época, diferentes zonas están siendo preparadas para su cultivo. Esto es aprovechado por las
cigüeñas blancas, que en gran número acuden a esta zona a alimentarse. También es posible ver a las
perdices corretear por los campos, aquellas que han logrado escapar a las escopetas de los cazadores.
Un grupo de
lavanderas boyeras, se alimentan en las zonas de cultivo. Es imposible que pasen desapercibidas con esos pechos tan amarillos.
Los
trigueros andan en pleno apogeo nupcial y no paran de cantar. Son un auténtico espectáculo.
También se ven muchas
urracas, omnipresentes en todo el territorio de Alcorcón.
Han llegado las
golondrinas comunes, con sus vuelos veloces casi a ras de suelo tratando de cazar insectos al vuelo.
En los cielos, es fácil descubrir la figura de varias rapaces. Una de las más fáciles de ver es el
cernícalo vulgar. Con la explosión de insectos con la primavera, andan entretenidos tratando de darles caza.
Hoy por ejemplo, además de
cernícalos, pude ver algún
busardo ratonero y algún
milano negro.

Pero lo más sorprendente fue la presencia de 2 hermosos
buitres negros, que cicleaban tranquilamente hasta que se marcharon dirección Fuenlabrada. No es la primera vez que los veo en esta zona. Utilizan estos terrenos para buscar algún cadáver y cumplir su función biológica.
Este ha sido mi breve paseo de poco más de una hora por estos "terrenos baldíos":
Cigüeñas blancas,
lavanderas boyeras,
cernícalos vulgares,
busardos ratoneros,
milanos negros o
buitres negros en acción a las afueras de Alcorcón. Y los políticos no lo quieren ver.