Nos encontramos inmersos en esa época del año en que los moradores estivales se han marchado o están a punto de hacerlo y en los que los moradores del invierno ya hacen sus primeras apariciones.
Mirando al cielo, ya no quedan vencejos y apenas quedan golondrinas.
Por contra, ayer avisté mi primer petirrojo y escuché su reclamo durante varios días. Además, ya se dejan ver las primeras garcillas bueyeras sobre la pradera de la Canaleja, que suele ser punto de reunión de las mismas durante el invierno.
Como hemos dicho tantas veces en este blog, Alcorcón también forma parte de la naturaleza y muchos de los fenómenos que ahí se dan se pueden dejar ver u oir aquí también.
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