Pues claro que sí. La facilidad de desplazamiento de las aves, les permite conquistar cualquier territorio, siempre que sea mínimamente habitable, por supuesto. Si nos ceñimos al casco urbano, los parques dan cobijo a varias especies de aves. Los más familiares a la vista son los gorriones comunes, los mirlos, las urracas y las palomas torcaces. También podemos encontrarnos tórtolas turcas, cotorras argentinas, carboneros comunes, mitos, verdecillos, jilgueros y hasta algún pito real y algún pico picapinos. En algunas azoteas, anidan cernícalos vulgares y sus antenas son un magnífico posadero para estorninos negros. En algunas fuentes con agua, se dejarán ver las lavanderas blancas, con su grácil andar. En otoño, nos visitan los petirrojos para quedarse en nuestros jardines hasta que los rigores del invierno dan paso a la primavera. Es entonces cuando toman el relevo en la ciudad los vencejos comunes, las golondrinas comunes, los aviones comunes. Tampoco faltan a la cita las cigüeñas que año tras año regresan por febrero-marzo.
En los pequeños lagos artificiales dentro de los parques, podremos encontrar ánades azulones todo el año y fochas comunes. La garza real visita esporádicamente estos puntos también, en busca de algún pez que llevarse a la boca. En invierno, recibimos la visita de las gaviotas reidoras y de los cormoranes grandes, que nos amenizan la vista con sus altos vuelos en grupo.
Todo esto, sin salir del nucleo urbano. Si nos vamos a los campos circundantes, tendremos que hablar de 2 zonas: Las Presillas y la zona de La Venta de la Rubia. El resto del territorio de Alcorcón está practicamente bajo el asfalto y el ladrillo.
En Las Presillas, encontramos 3 zonas bien definidas: El pinar, la zona de ribera del arroyo y los campos de cereal. En el pinar, encontraremos agateador comun, trepador azul, búho chico, urraca, carbonero garrapinos, mito y paloma zurita, por ejemplo. En la zona de ribera del arroyo, podremos encontrar verderón común, verdecillo, mochuelo común, lavandera blanca, cotorra argentina y abejaruco (En primavera-verano), por ejemplo. Por último, en los campos de cereal, no nos costará divisar al incansable cernícalo vulgar buscando alguna presa, a la cigüeña haciendo lo propio, paloma torcaz, paloma zurita o cogujada común, entre otras. Aunque yo no los haya visto, pero sí en zonas muy próximas, es un lugar propicio para que milano negro, aguililla calzada, busardo ratonero o el buitre negro, por ejemplo, hagan sus planeos buscando comida. Y urracas, muchas urracas, inconfundibles con sus colores negro y blanco. Y si hablamos de otros animales, conejos, liebres, lagartos ocelados o culebras bastardas harán que tengamos que ir pendientes del suelo para no perder detalle de los animales de la zona.
En lo que respecta a la otra gran zona, la zona norte, la zona de La Venta de la Rubia es, sin duda, la mejor. Por lo general podemos hablar de una gran zona abierta, con zonas de cultivo cerealista y algunas viñas, y algunas manchas de encinar y manchas de frutales, provenientes de antiguas fincas rurales, así como un gran pinar. En las zonas arbóreas, tanto en los encinares como en otras, no nos será difícil divisar al mochuelo, sobre todo a la caída de la tarde. Grajillas, pitos reales, picos picapinos, urracas y palomas torcaces, tampoco faltarán a la cita. Incluso una vez tuve la ocasión de divisar un grupo de escribanos hortelanos. En el pinar, es posible el anidamiento de milanos negros y aguililla calzada en los árboles más altos. En los terrenos abiertos, podremos encontrar a la cigüeña buscando insectos, pequeños mamíferos, reptiles o anfibios en los pequeños charcos que se forman. Además, grupos de garcillas bueyeras, grupos de perdices, alcaudones comunes encaramados en algún posadero a la espera de una presa, trigueros, cogujadas comunes, urracas, buitrones y abubillas entre otras. Si miramos al cielo, no faltará el cernícalo vulgar, que utiliza la valla de la finca para descansar entre vuelo y vuelo, y podremos ver milanos negros y aguilillas calzadas en primavera-verano o busardos ratoneros. Con algo de suerte, se puede dejar ver algún buitre negro en busca de carroña. En primavera, la golondrina común nos deleitará con sus vuelos a ras de las espigas tratando de coger algún insecto.
El Ayuntamiento de Alcorcón pretende urbanizar la zona norte de Alcorcón en su totalidad. Pretende crear una macro ciudad paralela a la actual, sin analizar los problemas medioambientales que eso causaría en la población, al aumentar desmesuradamente el consumo de agua y la contaminación ambiental, entre otros. Si el proyecto sigue adelante, por mucho parque artificial que se haga, las golondrinas ya no podrán sobrevolar los trigales, los trigueros dejarán de exhibir sus trinos, los mochuelos abandonarán sus nidos, los milanos negros dejarán de venir como hacen cada año, la cigüeña dejará de bajar en busca de comida, el cernícalo dejará de cernirse en busca de presas, la perdiz dejará de correr por nuestros campos y el buitre negro dejará de planear sobre la última zona natural que tienen los habitantes de Alcorcón. Habremos acabado irreversiblemente con todo esto. Por contra, tendremos más ladrillo, asfalto y coches. Tú, ¿con qué te quedas?
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