El blog para poder descubrir las especies ornitológicas de tu ciudad sin salir de casa
01 julio 2012
Zampullines chicos
Seguro que muchas de las personas no iniciadas en el arte de la observación de aves apenas se darían cuenta de la presencia de un zampullín chico o común en un paseo alrededor un lago. Máxime si este lago tiene unas dimensiones medias o grandes. La razón es su pequeño tamaño, sus colores no demasiado llamativos, su costumbre a nadar entre anátidas, lo que a veces lleva a pensar que son crías de estas, y, sobre todo, por la cantidad de tiempo que pueden estar bajo el agua. De ahí viene su nombre.
Pero si uno se fija, observará que tiene formas algo menos estéticas que los patos que solemos ver y que andan constantemente zambulléndose, algo que los patos no hacen. A veces uno podría jugar a adivinar dónde van a aparecer. Se sumergen en un punto y aparecen por otro. Lo hacen de tal forma que es complicado sacar una foto decente de ellos, porque aparecen por el sitio más inesperado y apenas duran unos segundos en la superficie, con lo que no da tiempo a retratarlos.
Esta curiosa costumbre se debe a que de esta forma buscan alimento y a que, en caso de advertir algún peligro, la vía submarina les facilita la escapatoria.
Otra característica llamativa de esta ave es su "canto" estival, durante la época de cortejo. A mí me recuerda a una especie de relincho o de risa burlona. Muchas veces es la mejor forma de darte cuenta que están ahí.
Hace unos días, en una cálida mañana de verano, pude observar a un grupo de 5 zampullines que se zambullían plácidamente en las aguas del nuevo lago de Las Presillas. Ha sido la primera vez que los he visto en Alcorcón. Y es una buena noticia verlos en un lago de nueva construcción que poco a poco se llena de vida.
Cuando ya me marchaba, como colofón a la mañana, una aguililla calzada ha cicleado por encima del lago y de nuestras cabezas para dirigirse luego al pinar y perderse por encima del Pinar de San José.
Unos días más tarde, observé una hembra de zampullín incubando huevos en un nido. Es curioso que la falta de vegetación dejaba el nido completamente a la vista y, pese a ello, se atreven a nidificar en nuestro municipio.
Por tanto, no sólo visitan nuestros "humedales" sino que también crían. Una estupenda noticia.
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