Como cada 14 de Febrero, celebremos el día de San Valentín, el día de los enamorados. Por estas fechas, además, la naturaleza nos va dando muestras de que va llegando el momento de su particular Valentín. Cada especie experimenta su momento mágico del amor en una época determinada, que no tiene por qué coincidir año tras años ni tampoco coincide para todas las especies. Dependerá de la altitud a la que se encuentren, la latitud, la climatología que impere, el hemisferio en el que se encuentren, la especie... Si nos ceñimos a España y, más concretamente a Madrid y Alcorcón, es ahora cuando ya se empiezan a poder ver los primeros signos de que la época nupcial de las aves está acercándose. Esa explosión de vida que se da en la naturaleza en primavera es precedida por los primeros cantos, las primeras disputas territoriales...
Si paseas por cualquier parque, ya empezarás a ver, por ejemplo, que los gorriones empiezan a estar más activos y nerviosos, los serines verdecillos se empiezan a encaramar a los más alto de los árboles a cantar, los carboneros comunes empiezan a emitir sus repetitivos reclamos, que son contestados por otros carboneros desde otros árboles y los pico picapinos comienzan a tamborilear, con el fin de marcar su territorio y atraer a las hembras.
La naturaleza se va desperezando poco a poco y dentro de nada estaremos de nuevo inmersos en la época más importante del año, la que permite la perpetuación de las especies y llena de vida, color y sonidos nuestros parques y campos.
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