Cotorra de Kramer, la discreta invasora

Hembra de cotorra de Kramer

Hoy toca hablar la otra cotorra que tenemos en nuestro municipio, la cotorra de Kramer. 

Mucho menos numerosa y mucho más discreta que la cotorra argentina, esta cotorra es más fácil de detectar por los sonidos que emite que por las veces que las podemos ver posadas en el suelo. En mi caso, nunca la he visto posada en el suelo sino volando o posada en algún árbol. 

Esta esta una primera diferencia con su pariente la cotorra argentina. Otra diferencia evidente, es su inconfundible pico rojo y su larga y estrecha cola. Es, sobre todo, este último rasgo el que nos puede hacer identificarla cuando está en vuelo. Otra diferencia es su forma de anidar. Mientras la cotorra argentina prefiere grandes nidos comunales construidos con pequeñas ramas, las cotorras de Kramer prefieren anidar en huecos en los árboles u oquedades en edificios. Esto hace, que pueda ser un competidor de aves rapaces nocturnas, murciélagos, pájaros carpinteros y otras aves que aniden en oquedades de árboles. 

Macho de cotorra de Kramer

Su alimentación se basa en frutos y semillas, con lo que podría tener un impacto negativo en cosechas de cereal y frutas si su número fuera en aumento.

Su origen, como el de la cotorra argentina, procede de sueltas intencionadas o escapes accidentales de especies tenidas como mascotas. Por esta razón, y su potencial impacto ecológico, este ave, está incluido dentro del Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras. 

En definitiva, no es un ave excesivamente conocida a pesar de vivir entre nosotros. Ni siquiera la Sociedad Española de Ornitología da demasiada información sobre esta bonita cotorra en su página web, y eso puede ser en parte a que es más discreta que la argentina y en parte a que se estima que su población es aún escasa. 

Cotorra argentina, la gran invasora

Posiblemente a muchos de los habitantes de las grandes ciudades españoles se les venga el nombre de la cotorra argentina cuando alguien les pregunta sobre especies invasoras. Este ave es originaria de Sudamérica, pero ha ido conquistando territorios en varios países europeos y varias ciudades de España. El principal núcleo en nuestro país se encuentra Madrid, por lo que Alcorcón, debido a su cercanía a la capital, acoge un buen contingente de estas aves. El origen de esta especie en Europa son las sueltas intencionadas de animales domésticos y los escapes accidentales. 

En nuestro municipio, se encuentra muy repartida por todos los parques y sus grandes nidos comunitarios las hacen fácilmente detectables. En nuestro país, han encontrado acomodo en las ciudades y en parques periurbanos, donde encuentran comida suficiente y una ausencia casi total de depredadores. El halcón peregrino es su único enemigo en las ciudades, allá donde estos se encuentren.

 Su principal característica que las hace no pasar desapercibidas, aparte de los voluminosos nidos y su inconfundible color verde, es el alboroto que poseen sus colonias, lo que las hace incluso molestas. 

Se alimentan de frutos y semillas, por lo que pueden ocasionar daños a las cosechas. Esto, unido a que pueden llegar a comer puestas de pájaros más pequeños, a los que también puede desplazar al ocupar un nicho que no les correspondía en esta zona del mundo, puede generar un efecto negativo en las poblaciones de fauna autóctona y en el hombre, por lo que cada vez hay más voces que piden que la población está más controlada y que se realicen estudios para cuantificar estos efectos. 

A veces sus nidos también son usados por gorriones comunes o molineros, con lo que producen un efecto positivo en estas especies, que aprovechan su tamaño y los huecos que pueden quedar en los mismos para realizar sus propios nidos. 

El mejor momento para ver los pico picapinos

Macho de pico picapinos

 Finales de Febrero y comienzos de Marzo es un magnífico momento para poder observar uno de las dos especies de pájaro carpintero que podemos ver en Alcorcón, el pico picapinos.

Es en estos momentos cuando se muestran más activos, los machos tamborilean en los árboles para marcar su territorio y los árboles aún no tienen hojas, con lo que, una vez los escuchas, los puedes localizar. 

Junto con el pito ibérico, son la especie de pájaro carpintero presente en parques urbanos, periurbanos y arboledas de los campos que rodean Alcorcón. 

Posee un plumaje muy vistoso y prácticamente igual en el macho y en la hembra salvo en el color de la nuca, roja en los machos y negra en las hembras. El pico picapinos posee un pico muy fuerte con el que taladra la madera para fabricar sus nidos y para conseguir insectos de los que se alimenta. Pero, además, cuando golpea la madera con golpes muy rápidos y consecutivos le sirve para marcar su territorio y atraer a las hembras. Es lo que se conoce como tamborileo, que se puede escuchar en nuestros parques a finales del invierno y comienzo de la primavera. De hecho, este ave es el pájaro carpintero que más rápido tamborilea de todas las especies que componen esta familia.

Hembra de pico picapinos

Normalmente es un ave que pasa bastante desapercibida y que es más fácil de detectar e identificar por su canto y el tamborileo que verlos en los árboles. No es para nada sencillo localizarlos en los árboles y son bastante discretos. Además, si se sienten amenazados, se suelen mover a la parte opuesta del tronco para no ser vistos, algo muy típico de los pájaros carpinteros en general. 

Alcorcón goza de una buena población de individuos de esta especie, apreciables en cualquier parque y arboleda. Se suele alimentar de insectos, que obtiene en el interior de los troncos de los árboles y debajo de la corteza. Cuando estos insectos escasean, opta por piñones, avellanas, bellotas u otros frutos secos, aunque tampoco desdeña huevos o pollos de otras aves durante la época de cría. 

Sus nidos en la madera no son reutilizados año tras año por ellos, pero sí son ocupados por otras especies como autillos, abubillas o ardillas, por lo que realizan una labor muy importante para la biodiversidad.