Nos encontramos en plena época estival. Las calles en Alcorcón están más vacías que nunca y el tráfico en Madrid es soportable. Agosto es el mes donde España se paraliza por vacaciones (O al menos solía ser, porque la verdad, se paraliza cada vez menos). Pero también es el mes donde comienzan las migraciones de muchas aves que han pasado el verano en la península, han dado a luz a sus crías y ahora vuelan hacia el continente africano para pasar allí el invierno.
Algunas de estas aves han sido vecinos de Alcorcón en los pasados meses y ahora comienzan a abandonarnos. Tal es el caso de las cigüeñas, las golondrinas, los aviones comunes (Aunque a estos es posible verlos incluso en Septiembre), los milanos negros que han estado campeando por la zona norte de Alcorcón (¿Qué se encontrarán estos milanos cuando el año que viene regresen? Espero que la crisis dé una tregua y no se encuentren su zona de campeo llena de máquinas por el Distrito Norte), las aguilillas calzadas que han hecho lo propio o los vencejos comunes, que nos han estando alegrando las tardes estivales con sus estruendosos vuelos y persecuciones. Es el curso de la vida.
Esta mañana la temperatura era algo más fresca que en días pasados y, al salir a la terraza, he notado que algo faltaba en el paisaje. Eran los vencejos. Si en Abril llegaron en bloque y de manera súbita, ahora hacen lo mismo al marcharse. Las tardes de verano no volverán a ser lo mismo sin ellos.
Habrá que esperar de nuevo a Marzo o Abril para volverlos a ver en nuestros cielos. Qué tengáis buen viaje. Os esperamos el año que viene.
*Nota del día 6/8/10* Una cigüeña acaba de sobrevolar mi casa, por tanto éstas siguen aquí.
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