El mundo de la ornitología tiene muchas facetas apasionantes, pero quizás una de las más es que nunca sabes la sorpresa que te va a aguardar un paseo por el campo o por la ciudad. Incluso el mismo paseo a la misma hora en diferentes días presenta momentos totalmente diferentes e imposibles de predecir.
Un buen ejemplo fue el paseo de esta mañana por calles y parques de Alcorcón. En un momento determinado, un pequeño revuelo de varias urracas con vuelos rápidos y sonidos de alarma de las mismas y, de entre los árboles surge la silueta de un halcón peregrino, el animal más rápido del mundo que trataba de conseguir algún bocado para sus pollos, que ya habrán nacido a estas alturas de año. Trato de seguir su pista y consigo detectar su silueta, de un macho, encaramado en una antena. Muy cerca de él, las urracas andan aún nerviosas y no paran de hacer llamadas de alerta avisando al resto de congéneres que su mayor enemigo en la ciudad anda cerca. No lejos de él se encuentra la hembra, visiblemente más grande que el macho, en el nido, esperando que el macho traiga algo de comida.
El macho se mantiene en la antena durante unos 15 minutos, buscando su próxima presa. De pronto, se decide a volar y le pierdo la vista. Un minuto después, aparece de nuevo en la escena con un pájaro entre sus garras. No consigo distinguir de qué pájaro se trata. Se posa en la azotea de enfrente y empieza a desplumarlo. Unos minutos después, lo lleva al nido y lo entrega a la hembra. El halcón acaba de cumplir de nuevo su función de controlador de la población de aves en la ciudad.
Buitre negro en Monfragüe. Abril 2024. |
Es maravilloso observar en un simple paseo por las calles de Alcorcón al animal más rápido del mundo y al ave voladora más grande de Europa.
Para completar el paseo, un milano negro y una cigüeña blanca se dejan ver por los cielos del municipio, demostrando que Alcorcón forma parte activa del ciclo de la Naturaleza, a su manera.
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