Esta vez la cosa no va de aves, sino de otros animales que no vuelan y que se desplazan reptando, los reptiles.
Estos animales son difíciles de ver pues se saben ocultar muy bien. La vida le va en ello, pues no pueden volar y serían presa fácil de depredadores o del más dañino de los animales, el hombre.
A lo largo de estos años, no han sido muchos los encuentros con reptiles, pero sí los suficientes como para poder atestiguar que también viven entre nosotros. A veces, los encuentros han sido tan efímeros que ni he tenido tiempo de averiguar la especie de la que se trataba. Por eso quiero dedicar este post a las 4 especies de reptiles más grandes que he podido ver e identificar dentro de nuestro municipio.
Culebra bastarda. Villaviciosa de Odón. |
En nuestro municipio habita en las zonas abiertas que rodean la ciudad, un hábitat perfecto lleno de comida, vegetación para ocultarse y con una gran insolación que tanto gusta a los ofidios.
Lagarto ocelado. Monfragüe. |
Pasemos al siguiente reptil, el lagarto ocelado. Es el lagarto de mayor tamaño que podemos encontrar en la península. Debe su nombre a los ocelos de color azul que poseen los ejemplares adultos. Puede llegar a medir 90cm y tiene una cabeza ancha con una fuerte mandíbula con la que consigue morder fuertemente a sus presas o en caso de ser atacado. Mis encuentros con los lagartos ocelados han sido más frecuentes. Normalmente salen corriendo cuando perciben que alguien se acerca, en una rápida carrera a pesar de sus cortas extremidades. Hace unos meses se cruzó tranquilamente uno en mi camino que era bastante grande y pude deleitarme con su presencia, antes de perderse de nuevo entre las hierbas. Comparte hábitat con la culebra bastarda.
Culebra viperina. Valdemanco, Madrid. |
Debe su nombre a que trata de asemejarse a una víbora, triangulando la cabeza cuando se siente amenazada y debido a sus colores, parecidos a los de una víbora, pero es fácil de diferenciar de las mismas por la pupila redonda, los ocelos costales blancos y las escamas en la cabeza más grandes.
Es totalmente inofensiva. De hecho, ni siquiera suele morder si es cogida, sólo exhala un nauseabundo olor. Puede medir unos 50cm como máximo, a veces algo más. Suele habitar cerca de los cursos de agua, pero no necesita de este líquido elemento para sobrevivir y se sabe desenvolver perfectamente en este medio.
Culebra de escalera. Villaviciosa de Odón |
Por último, hablemos de mi último encuentro, una preciosa culebra de escalera adulta que reposaba tranquilamente en los caminos que llevan a La Venta de La Rubia. Al sentir mi presencia, se introdujo entre la vegetación así que apenas pude disfrutar de ella unos segundos.
Es una culebra que puede llegar a medir un metro y medio. Aunque es inofensiva y no venenosa, puede llegar a ser muy agresiva si se la molesta.
Debe su nombre al patrón de coloración que poseen los ejemplares jóvenes: Dos rayas negras longitudinales unidas trasversalmente por rayas negras, lo que recuerda a una escalera. A medida que van desarrollándose, van perdiendo estos escalones y sólo quedan las rayas longitudinales.
Es una culebra muy ágil y muy buena trepadora, por lo que no es extraño verla trepar árboles o muros para llegar a algún nido y comerse los huevos o los pollos. Comparte el mismo hábitat que la culebra bastarda o el lagarto ocelado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario