03 junio 2011

El duende de la noche


Caen los últimos rayos de luz sobre los campos de la zona norte de Alcorcón. Me encuentro ubicado en una pequeña zona arbolada, inmóvil en mi coche, atento a todo cuanto acontece a mi alrededor. Desde aquí escucho las últimas notas del macho de la perdiz llamando a la hembra. Los últimos vuelos rasantes de los vencejos antes de ascender a las alturas a pasar la noche. Un milano negro sobrevuela la zona por última vez antes de ir a su dormidero. Como pequeñas sombras salidas de la nada, empiezan a aparecer los mochuelos comunes. Como duendes del bosque. Esta zona, se encuentra llena de agujeros que los pájaros carpinteros han ido haciendo a los largo de los años o de huecos que el paso del tiempo ha ido creando en los árboles más viejos y débiles. Estos agujeros son aprovechados ahora por los mochuelos como nidos. Casi cualquier agujero les vale. No lejos de aquí localicé un nido situado en un agujero en el suelo, en un pequeño montículo, al alcance de cualquiera. Por supuesto, por seguridad, omito dar más señas.
Observo varios ejemplares, moviéndose de árbol en árbol, tratando de probar fortuna en el arte de la caza.
Aunque hay varios ejemplares por la zona, me fijo sólo en uno de ellos. En el transcurso de 1 hora, ha utilizado 3 diferentes posaderos desde donde escudriña el suelo en busca de presas. Y no le ha ido nada mal. Ha hecho 13 lances y siempre regresa al nido para alimentar a sus crías. Después, regresa al posadero.
El mochuelo común es bastante abundante en los campos que rodean a la ciudad de Alcorcón, tanto en la zona de la Venta de la Rubia como en las Presillas. Incluso una vez observé uno atropellado en una calle de Alcorcón. ¿Puede haber mochuelos viviendo en algún parque de Alcorcón? Podría, aunque no los he visto.
Se alimenta principalmente de insectos y pequeños mamíferos, pero no hace ascos a pequeños pájaros, reptiles o anfibios. Son, por tanto, muy beneficiosos para el hombre.
De todas las rapaces nocturnas, es la más fácil de ver, incluso a plena luz del día. Varias horas antes del anochecer ya se le puede ver posado en algún árbol, piedra o poste. Cuando se siente amenazado, comienza un ritual estirándose y encogiéndose para luego buscar otro posadero donde se sentirá más seguro.
Este ave aglutina en su pequeño cuerpo toda la belleza de las rapaces nocturnas, sobre todo sus maravillosos ojos. Será una de las aves más afectadas por el desarrollo del Distrito Norte, pues es en esta zona donde encontramos la mayor población dentro del territorio municipal de Alcorcón.
Ha sido declarada Ave del Año 2011 por SEO-Birdlife (La Sociedad Española de Ornitología), para llamar la atención por el dramático descenso de su población, nada menos que un 40% en la última década. Desgraciadamente, el Distrito Norte va a aportar su granito de arena a este descenso.
En manos de nuestros políticos queda que podamos seguir disfrutando de su presencia por más tiempo. No es un gran consuelo, ciertamente.

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